VIERNES 26 ABRIL, 2024

Ya no estén chin...

Martes 02 de junio de 2020

No sé ustedes, pero yo nunca vi a nadie cobrar un penal así...

Ni magistrales ejecutores como Zidane, Cristiano, Messi, Hugo Sánchez, Ronaldinho, Romario, Pirlo o Roberto Carlos...

La forma de cobrar un penalti "de tres dedos" que tenía Jorge Campos, jamás se la vi a ninguno más en los últimos 50 años.

Ni siquiera un certero francotirador como Eric Cantoná --a quien Jorge le copió el cuello de la camisa levantado, que luego copiaron otros como René Iván Valenciano-- tiraba los penales como él.

Campos fue uno de los tres mejores arqueros del mundo en los años 90. FIFA lo clasificó entre los tres primeros de todo el planeta, al lado de Walter Zenga y el danés Peter Schemichel, el papá de Kasper.

Siempre llamó la atención por su forma de ser y jugar.

Miguel Mejía Barón y Bora fueron sus mentores en Pumas donde igual cascareaba como atacante que portereaba. Como en el barrio, cuando se aburría de parar se quitaba los guantes y pedía chance para ir a hace diabluras en el ataque.

En ese tiempo, en Pumas había delanteros de la cantera como Marco Antonio Luque, David Patiño, Luis García y Lucho Flores; Campos tenía que buscar una rendija para poder jugar al frente cuando lo dejaran.

Ver a Campos en la cancha era una alegría que contagiaba.

Como arquero en Pumas, Atlante, Tigres, Cruz Azul, Galaxy, Puebla, Selección Nacional y Resto del Mundo mostró su calidad.

Es uno de los pocos clasificados con decenas de goles anotados en su faceta de atacante y arquero, aunque fue un poco diferente a algunos otros, ya que sus anotaciones ocurrieron cuando no tenía los guantes puestos.

En cambio, el mejor de la historia en ese rubro es el brasileño Rogerio Ceni, con más de 130 goles anotados sobre todo de tiro libre y penal, y le siguen algunos otros como René Higuita o José Luis Chilavert.

Pero ninguno, que sepamos, dominaba ambas posiciones como el acapulqueño.

Mucha raza lo critica duramente como "comentarista" y esto parece injusto.

Es complicado explicarles a estas personitas que el analista del juego es García, no Campos; él solo entra ahí a la vacilada. Es un chiste que alguien se moleste por su forma de ser o soltar un comentario en la trasmisión.

De hecho, mucha raza que en su pulcra vida han pateado una pelota o apenas le alcanzaba para darle de punterazos en el barrio, critiquen a un crack como Campos, admirado en muchas partes del mundo, incluso con sus coloridas vestimentas.

Campos es como Rafa Márquez, Hugo Sánchez, Vela, o Javier Hernández, de los pocos cracks que produce el futbol mexicano, que llevan con orgullo el nombre de México al extranjero y acá los hacen pedazos tipos que no califican ni para ser suplentes el domingo en el equipo del barrio.

Hace algún tiempecillo cuando en un juego Guillermo Ochoa le paró un penal a Costa Rica, alguien comparó al arquero del Tri y de las Águilas con Jorge Campos y debatían en redes que quién sería el mejor.

Los compañeros de Jorge, Martinoli y Luis García se indignaron --medio en broma y medio en serio--.

De un brochazo, García, quien como comentarista y analista es tan brillante como lo fue en la cancha, le dio el remate a la polémica, como quien pone un escopetazo imparable en la escuadra:

"El día que Ochoa llegue a una gala de la FIFA en chanclas y se paren a saludarlo Pelé y Lothar Mathaus, entonces, será más grande que Campos".

Fin de la discusión.

Campos, sencillo y modesto como es, zanjó esa misma polémica de diferente manera con una frase igual de conundente: "Éste es el súperportero, ya no estén chingando", dijo, mientras sonreía y abrazaba cariñosamente a Ochoa.

Como se lo cuento...

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