Aguirre y la zanahoria

Lunes 07 de diciembre de 2020

Javier Aguirre, como entrenador, ya se había olvidado de México. Rechazó muchas ofertas, según dijo, porque se sentía alejado del futbol local y como que no tenía muchas ganas de regresar a este nivel de competencia.

Hace un año, incluso, lo confirmó en declaraciones a ESPN: “Es muy difícil (que vuelva a México). Mira que me han invitado muchísimos amigos directivos, ex jugadores también, que son dueños de equipos, conozco a muchos y cada año me hablan una o dos veces, pero yo digo lo mismo: hace 17 años estoy fuera del futbol mexicano totalmente”.

La propuesta de Rayados tuvo que ser muy buena para que Aguirre decidiera desenroscar sus palabras y aceptar trabajar en una Liga que no era opción para su currículum.

El futbol es negocio y las tentaciones abundan. El dinero convence, tuerce decisiones y suele rebelarse a la congruencia. Aguirre, a estas alturas de su dilatada carrera, no necesita los proyectos como zanahoria para vincularse a un club.

A Aguirre lo motivan otras cosas y es legítimo. Hacerse de un nombre no se lo regaló nadie. Es un entrenador reconocido, de experiencia, de mucho tacto con el jugador y audaz para saber dónde pisar.

Rayados también sabe por dónde entrarle a jugadores o entrenadores “bomba” y no precisamente por el futbol o por la proyección que pueda tener.

Muchas de las “estrellas” con un pasado protagónico, llegan a este club para apagar sus últimas luces. Es muy raro que alguno logre aumentar el valor de su carta. Al contrario, muchos se devalúan.

Pero así es la política de Rayados, que se ha acostumbrado a apantallar con figuras y se pone la vara está cada vez más alta, a tal punto, que capitalizarse le cuesta cada vez más al equipo por los millonarios contratos que debe rubricar para cumplir con su autoexigencia y cumplir con el paladar de sus aficionados.

Lo que está claro es que en Rayados no hay un proyecto central. Por ejemplo: entre Vucetich, Alonso, Mohamed y Aguirre no hay coincidencias. Son cuatro estilos diferentes y, por lo mismo, la identidad futbolística del club se reduce al entrenador de turno.

(VIDEO) Las primeras declaraciones de Javier Aguirre como DT de Rayados

El único propósito es el suceso, es decir, el logro inmediato. Y de hecho, Rayados ha ganado mucho en los últimos 10 años, lo que de alguna manera valida su lógica: pagar bien a jugadores o entrenadores luminosos y mediáticos para tratar de acercarse más rápido a la conquista de un torneo.

En definitiva, Aguirre viene a Rayados siguiendo y hasta justificando la línea del club. Esa de respaldarse con grandes nombres para mantener contentos a todos. O lo que es lo mismo: la clásica zanahoria para encantar a la tribuna.

Twitter: @Mario_Sanchez1