Un gran ejemplo

Miércoles 16 de diciembre de 2020

Lo que es saber con la pelota...

Cuando Tigres Femenil se consumía los últimos 10 segundos de los tres de reposición, intentó un último arribo por el centro, sale la defensa de Rayadas, choca con la atacante, sin faul, la pelota sale al frente, la silbante deja correr, avanzan por el centro. Se la tocan a Desirée, cede en corto a Dinora, conduce hacia el costado izquierdo, abre para Yamile Franco, ésta, de tres dedos la pone entre un mar de piernas, al pie de Aylin Aviléz, que le pega mal, le cae a Mejía y Annia la mete.

Era el minuto 93 y 17 segundos...

Un mazazo en el ánimo de Tigres Femenil que ya se aprestaban a festejar.

Lo que luego vino fue una película diferente, donde las de amarillo se revolvieron con el aguijonazo que les sacó la casta y cuando cualquiera pensaría que el momento anímico estaba por las nubes con las de azul y blanco, las dueñas de la cancha sacaron el pecho y desde el punto penal mostraron que pese a ese gol, que mataba, no fue suficiente para liquidar a un equipo tan bravo como su mote.

Franco dejó entrever que su visión de juego le da para pegarle de tres dedos, como si fuese Guti, como si fuese Iniesta, tirando un servicio preciso, medido, al pie, cuando tal vez cualquiera otra le hubiese ganado el ansia y sacado un zapatazo con destino desconocido. Se notó cuando Yamilé estuvo en la cancha, pero no siempre pudo hacerse de la confianza total de su entrenador para jugar partidos completos.

Luego del empate, en los penales, mucho mejor Tigres, con más seguridad y tino a la hora de meterla y ahí se acabó el corrido.

Haciendo un balance, Tigres Femenil fue el dominador en ambos partidos, aunque no en el marcador. La defensiva rayada fue la que superó el ataque felino y solo pudieron abrir el marcador con un disparo de Lizbeth Ovalle, con la colaboración de Alejandría Godínez, sin embargo, habría que consignar que a Katty Martínez le volaron un gol legítimo, por un supuesto fuera de juego y no le marcaron un penal en el juego de vuelta por un pisotón de Monsiváis.

Hubiese sido muy injusto que por un error del cuerpo arbitral, Tigres Femenil no hubiese ganado su tercera Copa, lo que las convierte, por mucho, en el mejor equipo del país.

También hubiese sido injusto si Rayadas ganaba en los penales, luego de haber marcado su gol, técnicamente, fuera del tiempo que había marcado la silbante Katya García, que se daría de reposición.

Al final ganó quien hizo mejor las cosas y quien hizo los merecimientos para adjudicarse el trofeo de campeón.

¡Felicidades, Tigres Femenil...! Un gran ejemplo para los varones de ese mismo club de cómo se juegan las Finales.