Que no se resfríe Gignac

Viernes 29 de enero de 2021

Las estadísticas, los rendimientos o el simple hecho de mirar un video de cualquier partido que no haya jugado André-Pierre Gignac, lo avala. Tigres es un equipo terrenal sin su goleador estrella. Sí, tiene futbolistas de jerarquía que aguantan la parada, pero los partidos se ganan con goles y no hay otro que los haga.

Carlos González, el que llegó para ser su acompañante y se tuvo que vestir del francés en estos partidos que anduvo lesionado, se desgarró y dejó la mesa servida para que Julián Quiñones deje en claro que no está para tomar esas responsabilidades.

Con el Diente López contagiado, las únicas opciones en el ataque vuelven a ser Gignac y Leo Fernández, con una versión muy alejada a esa demostración de talento que tuvo en esos 10 partidos que alcanzó a jugar con Toluca y en los cuales la rompió toda.

Ojo, González puede llegar, exigido y hasta infiltrado, pero sin futbol. Sería arriesgar demasiado a un futbolista, teniendo en cuenta que, si Tigres avanza, tiene el partido más importante de su historia enfrente, ante el brasilero campeón de la Libertadores.

Así es la cuestión. Guste a quien le guste, moleste a quien moleste, para ganar, solo tiene que estar Gignac. Sin el francés, el buen juego colectivo que puede mostrar este equipo, se queda sin el ejecutor de esas jugadas. Como pasó con Necaxa, donde mostró una mejor versión que con Atlas y el gol quedó a deber. Tuvo que aparecer Salcedo para salvar la ropa…

El Mundial de Clubes ahí está, y los felinos tienen una cita con la historia. Una oportunidad única de poner en lo más alto el nombre de un equipo mexicano, como nunca antes se pudo. Para eso, deberán cuidar a André, el as de espada.

Twitter: @GiraudiMatias