VIERNES 26 ABRIL, 2024

Un torneo sin Liguilla

Lunes 18 de abril de 2022

Los torneos cortos con Liguillas son deportivamente injustos. Castigan mucho más de lo que premian porque campeón puede ser cualquiera y no precisamente el mejor.

Partiendo desde este enfoque, la fase regular solo es un protocolo. Es una competencia básica, sin mayores ambiciones, donde solo importa la posición final para, luego sí, jugarse todo por el título.

En este escenario se iguala todo. Se necesitan dos cosas para llegar a destino: motivación y suerte. El efecto aleatorio (penales, por ejemplo) suele ser protagonista. Gana o avanza el que logre sacar provecho al momento, no siempre el que mejor juega.

Por lo mismo, el futbol mexicano es toda una rareza. Su formato de competencia ayuda muy poco al hambre deportiva. La falta de un descenso y ascenso provoca, entre otras cosas, mucha comodidad y no estimula el progreso. Al contrario, suele debilitar el rendimiento. Lo hace más mañoso.

Además, en una época donde se busca obsesivamente la justicia vía VAR en el campo de juego para darle una mayor certeza al trámite de un partido, paradójicamente la competencia, en un todo, es injusta.

Hay equipos a lo que no les interesa ser líderes. Se la pasan mendigando puntos y su mayor mérito apunta a clasificar como sea. La Liga MX le da la posibilidad a 12 clubes de 18 de ser campeones. ¿Esto lo hace más parejo? De ninguna manera. Lo hace más mediocre.

En una Reclasificación o Liguilla puede ocurrir cualquier cosa. Ambos casos son un volado. A nadie le conviene un torneo de 17 jornadas sin Liguilla. Hablan de una "pérdida de emoción" sin los playoffs. Este argumento subestima el mérito deportivo de quien jugó mejor a lo largo del torneo.

Tigres, sin duda, es el equipo del primer semestre del año por futbol y resultados. En cualquier torneo racional estaría a pocos metros del título. Sin embargo, Tigres tiene que volver a revalidar todo en una Liguilla frente a rivales que no completaron el casillero de la regularidad.

Tigres correrá el riesgo de quedar eliminado en el primer cruce. Herrera ya vivió esto en dos campañas cuando dirigía a Xolos. De nada sirvieron súper campañas. El mejor equipo, el que hizo el desgaste a lo largo del torneo para ser puntero, llegó cansado a la Liguilla, sin pilas.

El sistema de competencia actual es para los directivos y no para los jugadores. No se explica por qué nadie quiere meterle mano al formato de una sola rueda o de dos como en Europa. Entonces, no hablemos de "justicia" en el futbol porque, como todo en la Liga MX, es puro cuento.

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