Rayados: paso a paso

Martes 19 de marzo de 2024

En todo proyecto debe existir un proceso, el proceso lleva tiempo y ahí se dan cuenta si el trabajo crea frutos. Aunque no han ganado nada, Rayados está edificando un equipo hegemónico en Liga MX y Concachampions.

Sin lograr aún dominar en los 90 minutos a sus rivales, los albiazules han comenzado a endurecer la mandíbula que se les había aflojado en los anteriores torneos, ganando partidos que no merecieron o bien, resistiendo embates de rivales con un Esteban Andrada pletórico.

Con la seguidilla de lesiones del campeonato pasado y el bochorno sufrido ante Atlético San Luis en la Liguilla, Fernando Ortiz apuntó a reforzar al equipo con piezas específicas y hasta ahora, le respondieron a cabalidad.

El Corcho Rodríguez le ha aportado el equilibrio que tanto pidió el equipo, además de la visión de campo y técnica individual para colocar a sus compañeros de cara a puerta.

Gerardo Arteaga ha sido una válvula de escape, recorrido y pase por la lateral izquierda y Brandon Vazquez ha hecho olvidar a Rogelio Funes Mori siendo un seguro de vida noqueando rivales antes que ellos lo hagan con los albiazules.

Se podría decir que el andar rayado, ese que presume 16 partidos invicto, ha tenido fases. Partidos bien jugados o corregidos desde el banquillo como Pachuca, Pumas y San Luis, otros más donde el futbol les entregó igualadas con América o Toluca y finalmente, donde sobrevivieron y pegaron a la hora buena (Comunicaciones, Cincinnati y Atlas).

Que los números no nublen la mirada si se habla del líder general de la competencia con 28 puntos de 36 posibles y en un próximo duelo a muerte contra uno de los mejores jugadores de la historia (Messi), pero desde el interior del equipo saben que el techo de crecimiento sigue estando a una cierta distancia, literal, de un “80 por ciento”.

A falta de seguir reflejando en todos los partidos su sello (que sí tiene), Rayados de Fernando Ortiz se han convertido en un equipo difícil de tumbar, ha conseguido anotar y que no le anoten, encontrando los caminos para ganar tirando de variantes desde la pizarra (4-4-2, 4-3-3, 4-2-3-1).

Pero el propio Tano avisó: “que eso no nos lleve a pensar que algún día va a seguir, al contrario, se va a acabar y en el momento que se acaba, si no hacemos las correcciones, estaríamos hablando de algo que no sería bueno para nosotros”. Partido a partido.