MIÉRCOLES 08 MAYO, 2024

El único culpable

Lunes 09 de noviembre de 2020

A Gignac le anularon un gol que no tenía ninguna imprudencia reglamentaria. No existió fuera de lugar. Fue una jugada limpia y legítima. Las distintas tomas fueron muy claras y la anotación ni siquiera fue revisada.

Ni el árbitro ni el VAR se dieron cuenta del tremendo error. Ni siquiera la duda los movió a corroborar una acción que, en otras ocasiones, utilizan la revisión para dar por bueno goles mucho más debatibles.

Al calor del coraje, ya con el 1-1 puesto, Gignac se quejó en redes y Ferretti, en la conferencia de prensa. El francés le tiró a la Liga MX y a los árbitros. El técnico, entre otras cosas, dijo: “Nos mandaron al Repechaje”, una reacción que no deja de ser subjetiva.

En algún momento, Tigres se ha beneficiado de las malas decisiones de los árbitros; en otras ha tolerado ciertas “injusticias”, a decir de comentarios de los propios jugadores y entrenador. Normalmente se suelta la frase: “De los árbitros no hablo”, pero esta vez hablaron.

No está mal que se quiera externar un punto de vista sobre una situación particular. Lo que parece exagerado es que haya existido un mandato para que Gignac no haga su gol y que Tigres no debía clasificar, según Ferretti.

En los 80s y 90s, sin tanta tecnología, era mucho más fácil hacer enjuagues de este tipo; hoy no es que no se pueda, pero es mucho más difícil para un árbitro exponerse a una “vendetta”.

No hay razones concretas que orillen a denunciar la intencionalidad. Una equivocación de un árbitro está en los planes de un partido, pero no se puede atribuir a la ligera cierta maldad hacia un jugador o un equipo. Tampoco nadie aseguraba que con el 2-0 Tigres iba a ganar el juego. Con el resultado en la mano, los “hubiera” siempre se multiplican.

A Tigres no lo mandó al Repechaje la Liga, sino que se fue solo. Si un empate en el último partido te sacó de la Liguilla, no significa que todo lo perdiste en ese final ante Atlas. En todo caso, la clasificación directa se perdió porque algo mal se hizo antes, desde el empate con Juárez o en la derrota ante el América.

Frente al Atlas, Tigres confirmó su bajón. En los último tres partidos su juego se desinfló. Tigres es el único culpable de su destino. Ferretti y su equipo son cómplices del mal cierre del torneo.

Decir: “Nos fuimos solitos al Repechaje” sería más sensato. Reconocer fallos propios sin tercerizar culpas a otros, sirve para crecer, pero colgarse de un error arbitral para tapar la frustración de no llegar a un objetivo, es una reprochable manera de desviar el problema y no hacerse cargo del fracaso construido.

Twitter: @Mario_Sanchez1

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