JUEVES 25 ABRIL, 2024

Definir un proyecto futbolístico

Lunes 30 de noviembre de 2020

Mucho se habla de un proyecto futbolístico, pero es importante definir de qué se trata. En lo particular pienso que un proyecto debe contener un pasado, un presente y un futuro, es decir, una combinación de factores y no sólo un plan de juego a largo plazo.

El pasado no es más que la historia de la institución. Aquí se tienen que respetar los principios y valores del club, conocer el perfil de la institución y entender las exigencias de su afición.

El presente requiere un análisis muy claro y profundo del entorno actual, el estado futbolístico y lo estructural. Esto nos permitirá decidir y definir el cuadro de necesidades. Y el futuro es saber de qué manera queremos llegar al propósito que pretendemos.

A mí me gustan los proyectos largos. Lo ideal es que los procesos tengan, por base, lo que se llama el ciclo olímpico: un mínimo de cuatro años.

Desde luego que no se puede combinar el pasado, presente y futuro si no hay un entrenador que lo sepa interpretar y ejecutar. En mi opinión, el punto cero de todo proyecto es la comunión perfecta entre la filosofía del club (pasado y presente), y el técnico, el que será el líder deportivo y principal responsable por toda la visión del futbol que tiene (futuro).

Incluso, me atrevo a decir que lo que un club contrata son ideas y el desafío de un entrenador es ponerlas en práctica dentro del contexto que lo rodea. Es lo que llamo “el principio de la unidad e identidad”.

Para lograr esa unidad e identidad es indispensable un frente a frente entre directivos y el potencial entrenador. A los técnicos, como a las personas, también se les conoce más cuando se le mira a los ojos.

Y es aquí cuando los directivos deben darse cuenta si ese entrenador está preparado y tiene un conocimiento sobre el club, de los jugadores que tiene por delante, y por supuesto, deben advertir si el proyecto en cuestión se ajusta a los objetivos de la institución.

En cuanto al proyecto en general, siempre empiezo por el conocimiento, y en tal sentido existen dos maneras de ver las cosas: 1) de la base hasta el tope (del PF hacia el DT); 2) del tope hasta la base (del DT al PF). Defiendo totalmente la segunda, pues considero que debe ser el líder deportivo quien deba definir el camino, quien planifique y se encargue de lo organizacional.

El técnico es quien debe orientar a sus colaboradores y no al revés. Y para eso debe de conocer. Conocer y delegar, conocer y co-responsabilizar, conocer y motivar, para que todos estén a gusto y se sientan de verdad lo que son determinantes en el proceso que llevará al éxito de toda la organización.

Luego está el proyecto del modelo de juego. Siempre existirá una diferencia entre el real y el ideal. El ideal sería: filosofía del club = filosofía del entrenador = características de los jugadores. Sin embargo, la vida es real: filosofía del club, más a una filosofía del entrenador diferente a las características de los jugadores.

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