Sábado 10 de abril de 2021
Por más que me digas de que "yo gano o aprendo, pero nunca pierdo", de acuerdo a una expresión de esas que venden los cuentacuentos llamados también "coaches de vida", para el registro, que conste en actas, que el viernes la Selección Femenil Sub 20 de México perdió 1-0 ante su similar de Brasil.
Por más que la entrenadora Maribel Domínguez te venda el cuento de que "fue un día de enseñanza, y más allá del resultado, hicimos cosas importantes".
Que alguien le avise a la DT del Tri que no hay nada más importante que ganar. Por supuesto que las formas importan, el desempeño del equipo, pero no olvidemos que México, o la mayoría de estas chavitas son subcampeonas del mundo de la categoría.
Es una pena que el equipo que dirigía Mónica Vergara inicie un nuevo ciclo perdiendo ante las brasileñas, que estaban siendo agobiadas más por el calor y la altura y comenzaron a caerse a pedazos conforme avanzaba el partido.
El Tri no pudo imponer condiciones en la cancha hasta bien avanzado el juego; el cansancio comenzó a ponerles las piernas pesadas a las visitantes y varias salieron en camilla.
Domínguez se equivoca de entrada. Puso de arranque en el mediocampo a Silvana Flores, la volante del Reading FC de Inglaterra que ya jugó en Arsenal y Chelsea, y echó a las bandas a las otras dos más talentosas con la pelota: Nati Mauleón y Aylín Aviléz.
Si Domínguez no sabe que las que más saben con el balón son Mauleón y Aviléz, nosotros somos los que tampoco sabemos cuál es su trabajo. En las bandas se perdieron y así se diluyó una posibilidad de que el Tri hiciera un mejor futbol. Si Domínguez no detecta que estas dos chicas no son extremos que desborden por fuera, es un grave error no saber ni con qué tipo de futbolistas cuenta.
Algo tan simple como no detectar a tus dos futbolistas de más luces para brillar, te puede costar hacer funcionar un representativo nacional. Sin idea, lentas en la salida y la capacidad de reacción, el Tri mostró detalles importantes para corregir.
Mucho le ha costado a México ganar cierto respeto fuera de su zona de confort como es Concacaf. En Copas América, Mundiales y Olímpicos, Brasil sabe quién es México y lo respeta -hubieran visto la forma de festejar su gol y el triunfo ante el Tri-, pero al parecer Maribel no conoce ni a sus jugadoras y lo que pueden dar.
Dice que este lunes tiene una revancha, ante el mismo Scratch.
Veremos si de verdad en el juego de ayer aprendió algo o nos está queriendo ver la cara...
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Habrá que ver también al Tri Mayor que maneja Vergara, que debe aprender a jugar en otros escenarios que la comodita Liga MX Femenil, donde el consentidor arbitraje les pita todo, en cuanto gritan y se caen por cualquier cosa.
Deben mejorar en su forma de juego, su velocidad, recuperación, en la creación del juego y en la definición.
Tiene futbolistas de buen nivel, pero no tanto como las europeas que son más técnicas, más veloces y más fuertes... nada más.
Habrá que verlas ante España.
Acá sí que no importa tanto el resultado, como el desempeño y fajarse con personalidad.
Veremos.
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Pregunta: ¿Cuál es el fin de sólo dejar entrar una parte del público a los estadios si les van a permitir que se sienten unos junto a otros como sucedió en el inmueble del Necaxa?
Si caben 50,000 y sólo dejas entrar 10,000, pero estos se sientan todos juntos, ¿de qué se trata?
¿Es un chiste mal contado o parte del plan maléfico para que se sigan contagiando a causa del bicho?