JUEVES 25 ABRIL, 2024

Entre las brumas

Viernes 22 de noviembre de 2019

Hace algunos ayeres, el trabajo me aventó por allá por el rumbo del Golfo Pérsico... bueno, no tan lejos, era el Golfo de México, pero por los cocolazos que se daban en las calles, el traca-traca de los cuernos de Chivo, los rifles AR15 y los calibre .50 que perforan una placa pectoral de acero, como traspasar un pan tostado, se diría que andábamos por los rumbos de Siria.

En una de ésas, llegando al aeropuerto del puerto de Veracruz vi a un chavo sentado que se divertía con su teléfono celular... eso fue hace más menos una década, si mal no recuerdo

Pensé; ¿Y este morro qué hace aquí?... debería estar en otro lado.

Unos años atrás habían sido campeón del Mundo ante Brasil, pero el futbol lo empujó --como a mí-- hacia esos lugares.

Jugaba en el equipo de segunda división (que le llaman Primera A) llamado Tiburones Rojos. Lo dirigía creo que Jorge Dávalos, "El Vikingo".

Ever Guzmán había anotado incluso un gol ante Brasil en una noche épica para México, apenas unos años antes, pero no tenía cabida en un equipo de Primera.

Luego anduvo por ahí por Morelia y hoy vive en el exilio, jugando en un equipo profesional en San Antonio, Texas.

De aquella generación Gio, Vela, Moreno y Adrián Aldrete se han mantenido en la línea de fuego, triunfando de una u otra forma. 

Vela por supuesto es el más fiera de todos. Sin duda.

Los demás, Sergio Arias, Pato Araujo, Omar Esparza, Efraín Juárez, Jorge Hernández, Christian Sánchez... se han ido diluyendo poco a poco.

Algunos por falta de talento y otros por falta de oportunidad.

Y eso podría pasarles a los chavos de la actual selección subcampeona del Mundo que recientemente cayera ante Brasil

Y cuando decimos eso podría pasarles, nos referimos a las dos cosas: que puedan triunfar como los mencionados o perderse entre las brumas.

La más fácil es culpar a los entrenadores que no les dan chance jugar a donde llegan, pero también tenemos que ver que muchos recibieron oportunidad y no la aprovecharon.

¿Se acuerdan de Carlitos Fierro, Julio Gómez, Jonathan Espericueta o Marco Bueno? ¿Dónde están? 

No los veo... 

La última vez que me tocó ver a Espericueta en el Puebla parecía que nos estaba haciendo un favor estando en la cancha. Una parsimonia, un desgano, (iba a decir una hueva, pero no puedo decir eso) como si fuera un argentino de esos que cascarean en el futbol mexicano luego de hacer tres goles al principio de torneo y luego descansar el resto del mismo...

Claman por oportunidades y cuando llegan... no son tan buenos como parecían... ¿A poco no?  

Ojalá sean más los que triunfen que los que se pierdan. 

Ojalá...

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