VIERNES 26 ABRIL, 2024

Entrenamientos: "no pain, no gain"

Martes 22 de diciembre de 2020

En la columna pasada "Entrenamiento: célula base del éxito" les expliqué que sólo consigo ver y planificar los entrenamientos dentro de un período muy corto. Que podrá variar entre 7 o 3/4 días teniendo en cuenta el tiempo entre dos partidos, ya sea de sábado a sábado o si hay doble jornada.

También mencioné que a esto le llamamos "morfociclo funcional", cuyo contenido dominante de los entrenamientos es lo táctico (idea de juego, principios y sub-principios de juego, percepción y decisión) y, el "régimen fisiológico" (duración - tensión – velocidad) que se refiere al padrón de contracción muscular.

Esto último se traduce en distintos regímenes en los diferentes días y, más aún, en función de los diferentes grupos de trabajo, pudiendo las sesiones ser orientadas así al colectivo, sectorial o individual.

Pero vayamos por parte, ¿cómo organizar el "morfociclo funcional"? Aquí es cuando tenemos el análisis del partido anterior al que le juntamos la información recogida del próximo rival. De este "enfrentamiento" de datos disponibles resultan los contenidos de los entrenamientos que, una vez jerarquizados, serán distribuidos por los distintos días de la semana.

Los ejercicios también pasan por una especie de ciclo. Así, distinguimos en un mismo ejercicio una fase de aprendizaje, una de manutención y otra de progresión.

Con este conocimiento, tendremos claro que todos los ejercicios requieren un aprendizaje para poder progresar y provocar una consolidación de los principios a ejercitar. Ahora bien, si repites casi siempre las mismas cosas, no pasarás de la fase de manutención.

Es por eso que siempre utilizamos una estrategia que invita a desarrollar la capacidad de pensamiento crítico y también de percepción/conocimiento. Siempre que los jugadores llegan al vestidor tienen en el pizarrón el dibujo (modelo gráfico) de la sesión de entrenamiento con las distintas fases a cumplir: organización, dinámica y ejercicios. Lo que buscamos es que al final de la práctica cada futbolista piense y se pregunte cómo y por qué lo ha hecho.

Como cada vez la frecuencia de partidos es mayor, es imperativo percibir la diferencia entre jugar cada 7 o 3/4 días en relación a los contenidos de entrenamiento y también a la relación estimulación-recuperación.

Los últimos estudios sobre sincronización de los equipos nos dicen que existen diferencias cuando el equipo juega cada 7 o cada 3/4 días. O sea, los equipos analizados pierden en sincronización cuando juegan cada 3/4 días, manteniendo sin alteraciones los datos del reporte de fitness o técnico.

Respecto a ello me gustaría hablar de la moderación de los ejercicios. Moderar es obtener datos de una parte de la realidad sin desvirtuar el todo. Como todo lo que trabajas viene de la orientación de tu idea de juego sumada a las características de tus jugadores (más el lado estratégico), apenas vas a necesitar de una cámara de video.

La cámara te permite grabar tus entrenamientos y verificar la profundidad de la adaptación de tus ejercicios a nivel táctico, principios, percepción/decisión que ya lo tienes claro cuando lo dibujas, como también a nivel fisiológico con la ayuda del monitoreo diario.

De esta manera, siempre conocerás en profundidad tus ejercicios en cualquier momento de su ciclo y necesidad.

Desde luego que el entrenamiento necesita de “no pain no gain” (sin dolor no hay ganancia), y siempre a buscar desarrollar el músculo más importante del futbolista actual: ¡Su cerebro!

Histórico