MARTES 16 ABRIL, 2024

Organización ofensiva del juego

Lunes 28 de diciembre de 2020

Todos tenemos una manera de ver y analizar un partido de futbol que siempre dependerá de nuestra experiencia y conocimiento.

Al análisis nuestro le llamamos "Modelo dinámico del juego" y resulta de la comprensión que adquirimos del mismo, de la manera cómo lo estudiamos, que nos facilita y mucho la forma de cómo lo abordaremos, cómo lo enseñamos y reproducimos en el entrenamiento.

Hoy solamente hablaremos de la "organización ofensiva", que se refiere al momento dinámico del juego, cuando el equipo tiene el balón y procura construir las acciones ofensivas para generar desequilibrios sobre la defensa rival.

Cuando analizamos este momento del juego buscamos identificar la estructura o posibles sistemas utilizados por los equipos. Al proceso lo dividimos en cuatro fases: 1) construcción; 2) preparación; 3) creación (organización por la media cancha); 4) finalización (llegadas y goles).

La primera fase de construcción puede ser ejecutada en largo o en corto. Si es en corto, el análisis incide en la disponibilidad del portero, de los centrales y del posicionamiento de los laterales. De igual manera importa percibir los pases de primera estación, o sea, su zona preferencial de salida y si lo hacen por pase o conducción.

Si es en largo, importa analizar dos momentos: primer y segundo balón. Para el primer balón buscamos identificar las referencias, si el referente retiene el balón, lo “peina” entre líneas o hacia a las espaldas de la línea defensiva.

Ya en el segundo balón -el más peligroso-, buscamos percibir en que zona va a caer el balón (entre líneas o espaldas) y si el equipo tiene una llegada fuerte y agresiva. También analizamos los movimientos de penetración al espacio y cómo se achica en bloque para presionar y adoptar el parado en ataque.

En la fase de preparación, estudiamos si hacen "cancha grande" en la línea defensiva para salir en corto, cuál es el patrón del pase (si corto o largo y con o sin generación de líneas de pase) y, qué tipo de comportamiento se tiene cuando el rival presiona en esta fase.

En el primer punto observamos la dinámica y movilidad, y cambios de orientación; en los otros dos puntos importa identificar las principales referencias y los que asumen la responsabilidad del juego, es decir, cuál o cuáles jugadores tienen más probabilidades de perder balones en zonas prohibidas.

Ahora bien, en la fase de creación estudiamos cuál o cuáles jugadores son los que conectan las primeras dos fases, cómo realizan y orientan los centros (primer palo, punto penal, segundo palo, largos, último tercio o línea de fondo) y pases filtrados (espaldas de la línea defensiva o entre defensas).

Otro punto importante es también identificar si existe apoyo de algún jugador que viene desde líneas más retrasadas y si los contenciones presentan capacidad de llegada. O sea, cuál o cuáles por dónde y cómo pueden generar más peligro, y el tipo de movimientos que realizan los delanteros.

En la última fase, la de finalización, se procura observar los movimientos de penetración diagonales a las espaldas de la línea defensiva, las combinaciones entre delanteros, la dirección y intensidad de los centros y la densidad de ocupación de las zonas de finalización.

También analizamos cuál o cuáles son los jugadores más fuertes por arriba, los que con más frecuencia tiran desde largo, los que mejor se posicionan para los segundos balones, y los que estimulan más los contactos (faltas).

Y finalmente importa percibir con qué frecuencia llegan a la última zona, bajo qué patrones y si son eficaces. En la próxima entrega nos enfocaremos en las transiciones.

Histórico