SÁBADO 20 ABRIL, 2024

Ferrettilandia

Domingo 07 de marzo de 2021

Ferretti sigue y seguirá haciendo lo que quiere en Tigres. Cada Final o título logrado le han ido reforzando los anticuerpos y a estas alturas no le importa un carajo lo que opinen sobre su simétrico y predecible estilo de juego.

Perpetrarse en un cargo de poder no es sano en ningún ámbito porque estimula una dictadura, y en Tigres, a Ferretti le han dado todas las condiciones para que gobierne a su antojo. Es él y los 11 jugadores suyos. Lo demás, no existen. Los suplentes, incluso, sus ayudantes, están de adornos.

Ferretti no le hace caso a nadie y mucho menos a los aficionados. Dice que a los únicos que debe darle explicaciones -si se las piden- es a los directivos. Difícilmente el Ingeniero Rodríguez le cuestione por qué no pone al Diente López.

A las ruedas de prensa, vehículo estratégico para llegar a la tribuna, Ferretti las utiliza para cumplir con el protocolo y no pagar la multa. Jamás se puede esperar algo sustancioso.

Ferretti también puede hasta fumar en la banca y el problema no es él, sino de quien le tomó la foto. ¿Que hay hinchas que ya no lo quieren? Eso le vale tres pesos.

¿Qué hay futbolistas que no juegan y están disconformes en el equipo? Tampoco es algo que le quite el sueño. La puerta es demasiado grande para que se vayan: Zelarayán, Vargas, y posiblemente López y Leo Fernández, entre otros tantos que han tenido el mismo destino

¿Qué hay juveniles de las Básicas que en un lapso de 10 años de carrera han esperado una oportunidad que nunca le llegó? No es un soporte fundamental para construir su legado y, por lo tanto, Ferretti no arriesga, va a lo seguro: ¿para qué estresarse en promover si tiene a un club comprador que le puede traer futbolistas hechos? Filosofía barata, pero realista.

¿Que tiene el control de algunos reporteros para canalizar su postura sin cuestionamientos? Todo pastor necesita ovejas.

En pocas palabras, Ferretti seguirá en Tigres hasta cuando lo decida. El problema no es que se quede o se vaya, sino el fondo: si Ferretti no le varía al equipo, Cemex debería hacer algo para variarle el rumbo a Tigres.

Esto porque, al final del día, cuando el técnico ya no esté, quedarán los títulos, sí, pero también los retazos de un modelo que, por tantos años de autonomía sin límites y sin un recambio a tiempo, cobrará factura por la falta de cimientos futbolísticos.

Es decir, no hay que dejarse encandilar sólo por los logros, sino por esa estructura poco fértil y sin visión en términos de proyecto que se está quedando atrás.

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