Lunes 15 de marzo de 2021
Ferretti le habrá dado mucho a Tigres, pero hoy no le está dando nada. No es sano para nadie vivir de la nostalgia porque desenfoca el futuro y algo de esto ocurre con el equipo.
Tigres hace rato que dejó ser un cuadro de alta gama en la Liga MX. El aburguesamiento le llegó, incluso, hasta Ferretti, quien en su estatus de suficiente le da lo mismo si hoy el equipo funciona o no.
De hecho, la autocrítica no existe, el discurso del DT aburre y el juego de Tigres, también. Ferretti dijo el sábado estar "tranquilo" en su puesto y que a su equipo, frente a Mazatlán, "no le faltó nada".
Sus respuestas son cada vez más descartables, envueltas en burlas y no aportando absolutamente nada. Sin embargo, el problema no es lo que diga, sino lo que hace con el equipo.
Es increíble, por ejemplo, lo de Ferretti con el Diente López. Lo mete con calzador por causas de fuerza mayor, pero el uruguayo siempre está condicionado a ser el primer cambio, haga o no haga goles.
Vaya, no pasa por su rendimiento, sino por su etiqueta de no pertenecer al grupo de los 11 titulares preferidos por el DT. Tigres hoy no está para darse estos lujos porque su juego está en crisis.
Cualquier entrenador agobiado por una serie de resultados adversos, mueve el tablero. Buscar variantes con jugadores de otros perfiles puede ayudar a encontrar el rumbo. La otra es que se cambie al DT. En Tigres no sucede ninguna de las dos cosas.
Tigres está en un pozo y ni siquiera las individualidades le están dando resultados efectivos para ponerle un parche a la mala campaña.
El equipo está ciclado, sin ambición, juega a lo mismo y Ferretti cree que haciendo berrinches va a fortalecer un mensaje que ya está desgastado. Ese cuento ya fue historia.
Hoy Tigres necesita de otra visión de juego, de otro estilo, de otros futbolistas porque los que están se sienten intocables, simplemente porque son cómplices de un proceso que ya se quedó sin luz propia y que, con los caprichos de Ferretti, va derechito a profundizar las miserias de un modelo que, a estas alturas, hace más daño de lo que puede dar.