
LA VIDA EN UN INSTANTE
Martes 08 de julio de 2025
Hace unos días, el mundo del futbol se levantó con una triste noticia. El futbolista Diogo Jota había fallecido junto a su hermano André Silva en un accidente de carretera en España. Campeón de Inglaterra, campeón de Europa, recién casado… y todo se esfumó, así nada más.
No vale la pena profundizar en los hechos, pero sí visibilizar lo que todos conocemos. En este mundo todo cambia de un momento a otro. Así como el último minuto también tiene 60 segundos para buscar una remontada por un ascenso, tres puntos, ganar una eliminatoria o un campeonato, también viene bien disfrutar cada momento.
Tomemos el vestigio del dorsal 20 del Liverpool. A mi consideración, no perteneció a la categoría de los súper cracks, pero era de los 'muy buenos', por eso su rol de jugador 12 al mando de Jürgen Klopp. Dueño de una agresividad y energía que le hicieron ganarse un lugar en el corazón de dos clubes de la Premier League. Jota era una excusa para prender la televisión y verle junto a Adama Traoré y Raúl Jiménez en el ataque de los Wolves de Nuno Espirito Santo. ¿Su distintivo? La sonrisa y buscar siempre hacer sentir bien al compañero, una lección más.
En un mundo cada vez más artificial y movido por las cifras, un club como el Liverpool, de casta, pero no globalizado al 100 por ciento, lo ha llevado a tomar decisiones que son naturales para ellos, extrañas para algunos: retirar el 20, honrarle sus dos años de contrato y hacerse cargo de la educación de los tres hijos del portugués. Despedir a tus leyendas y honrar a los tuyos, eso también debería valorarse del Viejo Continente (otros clubes como el Real Madrid o el Milán) y no solo los fichajes, centros de entrenamientos y demás.
Ojalá todos puedan decir que, como Jota, nunca caminarán solos.
Hay que disfrutar los 90 minutos de cada partido de futbol, con quien sea que vayas al estadio o te acompañe para ver el juego de tu equipo favorito. Sin importar el marcador, sonreír y disfrutar.
X: @quirino_galvan
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