VIERNES 19 ABRIL, 2024

Echando el bofe 

Martes 14 de mayo de 2019

Qué barbaridad...

Llegó un nuevo Clásico a Monterrey con dos equipos que están algo distantes de su mejor versión.

Ambos tuvieron que sacar el rosario para que la divinidad les ayudara, a unos a empujar la pelota y rasguñar un empatito, y los otros manoteando para que se acabara el tiempo, porque una bala perdida que tiraran los Rayos al área los podría matar.

Así de justo llegan los dos a esta semifinal. 

En teoría, no deberían. Los planteles sobradísimos que tienen Rayados y Tigres perfilarían un mejor funcionamiento que los convirtiera en aplanadoras para superar con claridad a sus rivales, pero si no funcionan mejor, el director técnico de cada escuadra debería rendir cuentas por ello. 

No puedes terminar los partidos agarrados del travesaño, rezando y pidiendo la hora. 

Vean al León... tranquilo, sin prisas, marcando el ritmo de cómo quiero que se juegue cada partido sea en casa o de visita.

Los felinos tuvieron que depender de su buque insignia de bandera francesa para salir con el puño en alto y acceder a la siguiente fase; los de azul y blanco se enfrentaron a un rocoso rival que dio pelea.

Confeccionado con retazos (Sepúlveda, Herrera, Barragán, Daniel Álvarez, los cuatro de titulares ante Rayados) este Necaxa es de esos equipos que no están hechos para ganar títulos, ni siquiera dinero; sus fines para existir son otros, no el fútbol. Sobreviven con las sobras de los demás clubes grandes.

Pese a tener un plantel apenitas de medio pelo, Memo Vázquez lo hizo funcionar muy bien. Tan bien que los Rayados tuvieron que rezar para evitar que un balonazo al área cayera por ahí, la empujara un rayo al arco albiazul y terminara en tragedia el partido del domingo.

Por cierto, la gente de Rayados algo está viendo (o dejando de ver) en la cancha que la está haciendo quedarse en casa en lugar de ir a La Pastora a comerse las uñas y angustiarse. El domingo ante Rayados habría unos 20 mil lugares vacíos.... ¿A qué se deberá?

Más allá de la percepción de si los equipos de casa jugaron bien o mal; feo o bonito, ahí están los resultados. Las cifras dicen que ambos pasaron a Semifinales sin superar a su rival. Uno marcó un gol y recibió otro; y el otro hizo uno y recibió uno en cada partido. 

Si dejas a un lado resultados, nómina y percepciones subjetivas de si los equipos de Monterrey jugaron bien o mal, te podrías quedar con una impresión de que ambos llegaron echando el bofe a esta Semifinal y no se ve por dónde mejoren...  o ya lo habrían hecho. No entiendo por qué o para qué se estarían guardando. 

De Tigres nos quedamos con la sensación de que ese equipo no jala completo. Gignac tiene que salir a parchar las falencias colectivas e individuales. Y en Rayados, algo no funciona del todo. Funes, Celso, Pizarro, Medina, de lo más destacado ante Necaxa, pero son esfuerzos individuales que ayudan a matizar el performance colectivo.

Se viene el Clásico Regio...

Ahora tienen los de azul y blanco la oportunidad de, ahora sí llenar su estadio, (si no pueden solos, pidan ayuda a los fans felinos) y en la Vuelta, devolverle la cortesía de eliminar a los Tigres --como ya lo hicieron alguna vez en una instancia parecida- en su cancha y con su gente.

No me digan que no es revancha, porque no les voy a creer. 

Vamos, pues, a ver si sucede.

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