ENTRE LA EUFORIA Y LA DECEPCIÓN

Sábado 27 de diciembre de 2025

Con el año futbolístico en la mitad de camino, la Liga MX comienza a mirar hacia adelante. El Apertura 2025 dejó una estela de emociones, contrastes y conclusiones claras en torno a los llamados "fichajes bomba", esos jugadores que llegaron para sacudir al campeonato y que hoy, a las puertas del Clausura 2026, mantienen viva la expectativa sobre lo que aún pueden ofrecer.

El torneo confirmó que algunas apuestas sí lograron transformar realidades. La llegada de Ángel Correa marcó un antes y un después para Tigres. El argentino no solo respondió al peso de su nombre, sino que se convirtió en un factor determinante, elevando el rendimiento colectivo y apareciendo en los momentos decisivos. Su adaptación fue inmediata y su impacto dejó la sensación de que lo mostrado apenas es un anticipo de lo que podría consolidar en la próxima temporada.

Un caso similar fue el de Keylor Navas, cuya jerarquía se reflejó desde el primer partido. El arquero costarricense de Pumas revolucionó la confianza defensiva de su club, sostuvo resultados con atajadas clave y se erigió como un líder natural dentro y fuera de la cancha. Con el Clausura 2026 en el horizonte, su presencia invita a pensar en un equipo más sólido y competitivo desde la última línea.

No obstante, el balance del Apertura también dejó deudas pendientes. Fichajes que llegaron envueltos en una enorme expectativa quedaron a deber y ahora encaran el reto de reivindicarse.

Anthony Martial no logró ser el referente ofensivo que se esperaba en Rayados; su aporte fue menor al prometido. Sin embargo, el cambio de torneo abre una nueva oportunidad para que el francés muestre su verdadera dimensión.

En la misma línea aparece Aaron Ramsey, cuyo talento se manifestó solo a cuentagotas con los universitarios. El mediocampista galés dejó destellos de calidad, pero nunca alcanzó la regularidad necesaria para asumir el rol protagónico que se le asignó. Sin embargo, él decidió marcharse incluso antes de que la campaña culminara, por lo que el destino de su carrera es incierto.

El caso de Allan Saint-Maximin también quedó marcado por la frustración con América. Su fichaje encendió la ilusión de ver espectáculo puro, pero la irregularidad y la falta de conexión con el funcionamiento colectivo apagaron esa chispa. Aun así, su talento sigue siendo incuestionable y el próximo torneo podría representar el escenario ideal para su despegue definitivo.

Así, con el calendario a punto de cambiar de página, la Liga MX cierra el 2025 con un sentimiento dual: certezas en torno a fichajes que ya marcaron diferencia y una expectativa creciente sobre aquellos que aún deben responder.

El Clausura 2026 se acerca y, con él, la promesa de revancha, consolidación y nuevos capítulos para los nombres que sacudieron el mercado y que ahora buscan escribir su mejor historia en el futbol mexicano.

X: @bachi_hm1994