
Circunstancias
Martes 11 de febrero de 2020
A estas alturas del partido, en las cadenas deportivas nacionales el juego se llama: "Vamos a ver quién va mal para atizarle con todo".
La noche del viernes el tema era si echaban a Juan Reynoso del Puebla y al día siguiente, tras el tropiezo de las Chivas en el Universitario de San Nicolás, si Ricardo Peláez tendría que buscar ya otro entrenador para las Chivas.
Pareciera que los comentaristas futboleros -sobre todo los que jamás jugaron futbol- les encanta que a alguien le vaya mal para hacerlo pedazos de inmediato.
Ya echaron al DT del Atlas y en su lugar llegó Rafa Puente Jr.
La derrota de las Chivas fue circunstancial, pueden decir los seguidores del Rebaño. Y categórica, sin discusión, pueden decir los de Tigres.
Un penal discutible y discutido, pero penal al fin.
Unos días antes, los Diablos Rojos de Chepo, en el Jalisco, recibieron un penal en contra y al final dijo que parecía que estaban jugando a las muñequitas, porque cualquier contacto leve o no, lo marcaban como penal. Las chivas fueron beneficiadas. Ahora, Molina salta y choca con Gignac y marcan penal. Ahora Chivas protesta. No Tena, él no habló del arbitraje, pero sí Molina .
Ya lo dice el refrán ranchero: "Los carniceros de hoy, serán las reses mañana".
Como haya sido, el partido, dicen los sesudos comentaristas del micrófono, "estaba para cualquier lado".
Los de Rebaño, hicieron un respetable primer tiempo y tuvieron oportunidades tanto los Tigres como los tapatíos.
Tigres con mucha mejor forma y despliegue a velocidad que le gusta a la gente; mucho más que el tiki-taka a ritmo de cumbia colombiana rebajada que acostumbran.
Comenzando el segundo tiempo vino el tanto de Valencia -¡por fin!- y el estadio se lo celebró. Muchísima paciencia tuvo con el bombardero ecuatoriano que tenía muchas lunas ya sin pegarle a la red con el balón.
A Sergio Almaguer esta misma afición lo reventó en semanas.
Valencia tenía meses y meses sin marcar. Claro, Almaguer es mexicano y los extranjeros tienen más licencia y paciencia de parte de sus fans. Siempre ha sido así. Malinchismo, le dicen.
Luego vendría el penal que marcó el árbitro, que ratificó el VAR y que Chivas insistía en que no fue. Un penal de esos que pueden ser o no. Que se marcó, pero si no se marca, no pasa nada. nadie se daría por acuchillado. Gignac al rincón y listo 2-0.
Luego vendría otra asistencia de Enner; Gignac de nuevo, al poste lejano de Toño Rodríguez y Ciao. 3-0.
Buenas cosas se le vio a Raymundo Fulgencio, el hijo de FiliFul... y feliz la raza con el regreso de Julián Quiñones, lo que representa algo muy bueno por lo que este muchacho le aporta al equipo.
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Y en el Nou Camp...
De entrada, aquello pintaba bien.
Por necesidad o inspiración, el profesor Mohamed le movió a la formación y se vio diferente el asunto. Con Barovero; cuatro defensores: Medina, Montes, Sánchez y Layún; dos volantes de recuperación: Jonathan y Celso; una línea de tres en medio con Gallardo volanteando por izquierda; Charly al centro y Pabón por derecha; Funes al frente.
El León montó una formación igual de poblada en medio campo que hizo esa zona se volviera un mercadito de colonia en jueves por la noche. Todo el primer tiempo el balón pasó de un lado a otro y hasta Rayados tuvo dos o tres opciones que por milímetros o fracción de segundos falló Funes Mori o tapó Cota. El primer tiempo pudo haber quedado 2-1 en favor de la visita, pero no ocurrió.
El plan marchaba...
Hasta que vino aquel balón profundo, llegaba a cortar Sánchez, Mena mete el pie para cometerse él solo la falta. Quien ha jugado futbol sabe que puede provocar un penal en esa forma. Nico iba por el balón, limpio, hasta que atravesó Mena el pie. El VAR y el silbante lo sacaron del área y fue libre directo y roja. Indiscutible.
Tiro, contrarremate y gol de Montes.
Y a remar contracorriente.
Para el complemento, La Fiera olió sangre y se tiró a matar. Echó atrás a Rayados hasta que ajustó con Pizarro y Meza, que sacaron del área a su equipo donde estaban metidos y llevaron el combate 40 metros más al frente.
Los otros dos goles ya fueron consecuencia de la presión.
El campeón diseñó muy bien ese partido para salir del bache, pero las circunstancias lo llevaron al precipicio.
Fue una mala noche, pero ese Monterrey se vio muy bien en el primer tiempo y con carácter y temple, para enfrentar lo que se le vino encima en el segundo.
Nada que reclamar.
Ya vendrán mejores tardes y noches.
Calma y nos amanecemos...
Twitter: @rmarquez581
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