EL ADIÓS DE UNA PIONERA
Sábado 20 de diciembre de 2025
El retiro de Mónica Ocampo no es solo la despedida de una jugadora; es el cierre de un capítulo fundamental en la historia del futbol femenil mexicano. Su anuncio marca un antes y un después, porque con ella se va una referente, una voz y un símbolo de resistencia en una época donde jugar futbol siendo mujer era, más que un sueño, un acto de valentía.
Ocampo fue histórica dentro y fuera de la cancha. Con la Selección Mexicana representó al país en múltiples torneos internacionales y su nombre quedó grabado para siempre en la memoria colectiva del futbol femenil.
Aquel derechazo imponente que se incrustó en el ángulo izquierdo de la portería de Alemania en el Mundial de 2011 no solo fue un gol inolvidable, fue una declaración. Tan trascendente fue ese momento que la FIFA lo reconoció como el mejor gol en la historia de los Mundiales femeniles, un logro que trasciende generaciones y fronteras.
Pero la grandeza de Mónica Ocampo no se mide únicamente en goles o reconocimientos. Inició su carrera cuando el apoyo institucional al futbol femenil era prácticamente inexistente y cuando la Liga MX Femenil aún no veía la luz.
En ese contexto adverso, se convirtió en estandarte de una lucha silenciosa, pero constante: la de abrir espacios para que las mujeres tuvieran un lugar legítimo en el deporte profesional. Cada partido, cada convocatoria y cada sacrificio ayudaron a cimentar el camino que hoy recorren cientos de futbolistas.
Con el nacimiento del máximo circuito rosa, Ocampo encontró en Pachuca un hogar. Ahí fue líder, referente y ejemplo de perseverancia. La búsqueda del título fue larga y dolorosa, marcada por Finales perdidas y oportunidades que parecían escaparse una y otra vez. Sin embargo, la historia le tenía reservada una recompensa.
En el Clausura 2025, las Tuzas conquistaron su primera estrella, y Mónica Ocampo pudo, al fin, levantar el trofeo que tanto había perseguido. No se va con las manos vacías; se va con la satisfacción de haber visto sus sueños cumplidos.
Su retiro nos obliga a mirar atrás y reconocer que las facilidades y oportunidades que hoy tienen las nuevas generaciones son resultado de los retos y complicaciones que ella y muchas otras enfrentaron sin garantías ni reflectores. Mónica Ocampo no solo jugó futbol: abrió brecha, inspiró y dejó huella.
Hoy se despide del profesionalismo, pero su legado permanece intacto. Porque hay jugadoras que se retiran y hay leyendas que se quedan para siempre. Mónica Ocampo pertenece, sin discusión, al segundo grupo.
X: @bachi_hm1994
Histórico