Jueves 15 de octubre de 2020
El retorno de los aficionados a los estadios en Liga MX es, sin duda, la mejor noticia desde marzo. Lo malo, que entre el deseo de la gente de volver y el riesgo de un contagio, el futbol no se disfrutará igual que antes.
El público ya se acostumbró a romper la rutina entreteniéndose con otras cosas y el fanático, viendo el deporte por televisión, desde casa. ¿Vale la pena asistir con todo y el peligro que ello representa para la salud? Tenemos la tarea de ser responsables.
Acelerar el proceso no tiene por qué ser bueno para todos. No deja de ser un riesgo, porque en nuestra cultura, así como domina el "Hay que obedecer" también lo hace el "No me va a pasar nada".
No será lo mismo ir al estadio sin poder abrazar al amigo o tener que dividir a la familia en bloques de dos asientos, tener que utilizar el cubrebocas en todo momento y ser vigilado de cerca por el personal de cada inmueble a fin de cuidar el ambiente y la buena imagen que la Liga intenta inyectar con el protocolo de sanidad.
No sé hasta qué punto es requisito estar en un estadio. La pausa por la pandemia acostumbró a todos a quedarse en casa y buscar otra forma de entretenerse, sin tener la excusa de asistir a los estadios o a un restaurante para pasar el rato. No deja de ser diversión y distracción de la rutina y por eso, tampoco debe ser una prioridad.
La pandemia abrió los ojos a todos para conocer las cosas que valen la pena y no sé si ver un juego con tantas limitantes, sin el ambiente de un duelo tradicional, se acerque a ese calificativo.
Todos querían el retorno de la afición y ahora que lo tienen, les toca responder desde su lugar y aquellos que asistan, tendrán la responsabilidad total de cuidarse y cuidar a los demás, si no queremos que acelerar este proceso nos eche para atrás.
Nadie los obliga a asistir y por eso la responsabilidad es aún mayor. La Liga hizo de su parte para sostener el negocio al meter presión a las autoridades para lograr el regreso de la gente y con ello el sostén de los clubes. Los equipos cumplieron con esperar y ahora le toca al público responder.
El futbol mexicano atraviesa un cambio que sólo el tiempo dirá si fue o no fue la mejor decisión. No deja de ser un entretenimiento y ya, porque es lo más importante de lo menos importante.
Esto no es un juego. Aprendamos de este momento y disfrutemos del deporte con o sin gente, entendiendo que ya no se disfrutará de la misma manera como estuvimos acostumbrados por muchos años. Ni el hincha más apasionado del mundo es inmune. Es arriesgado.
Twitter: @Adrian_MQ