Reaccionar a tiempo

Martes 10 de noviembre de 2020

Pumas perdió a Míchel antes de iniciar el torneo y terminó de segundo con Lillini; Chivas corrió a Tena a la tercera jornada y con Vucetich se metió hasta el séptimo; Necaxa echó a Alfonso Sosa, fue sotanero tres veces con el Profe Cruz y ascendió para ser décimo y Toluca se alejó del Chepo y con Carlos Morales cumplió el reto de jugar el Repechaje. No siempre cambiar de técnico es algo malo, pero es importante saber en qué momento hacerlo.

Todos ellos modificaron su esquema y se pusieron a trabajar hasta cumplir un objetivo, diferente al Atlas, que echó a Puente para traer a Cocca en la tercera jornada y se quedó sin Repesca. Otros como Mazatlán (J13), Querétaro (J15) y San Luis (J16) reaccionaron tan tarde que les fue imposible recuperar terreno.

Evidentemente, cambiar de DT es un reflejo de una crisis numérica en el más común de los casos, en otras ocasiones es por común acuerdo, un cambio de aires o una mala relación, pero en México se tiene la idea de que equipo que cambia de entrenador es porque está en caída libre.

Con lo bondadoso que resulta ser el Repechaje, es notorio que las posibilidades son mucho mayores para todos, por más que no sea lo más justo.

Los sensacionalistas quieren demeritar con la famosa palabra del "fracaso" a los ocho equipos que entraron al Repechaje como si ya estuvieran eliminados. El argumento es que "tienen nóminas muy caras" o "cuentan con mucha calidad" como si el futbol se determinara por eso todo el tiempo.

La Liga MX es así, a veces quita, a veces pone y en otras hasta da feria de más. Dejemos de considerar que no entrar en los primeros cuatro es un fracaso, porque entonces asumimos que estar en lo alto es un "logro", olvidando que de nada sirve tener esa posición si al final no resultan con un campeonato. No es un fracaso entrar en Repechaje.

Claro que no es un motivo de orgullo y puede generar molestia entre los clubes que tenían en sus manos el poder de saltarse esta fase, sin embargo se nos olvida que así es el deporte y que cualquiera puede ganar.

Dejemos que las cuentas se hagan al final y no nos queramos adelantar a juzgar o evaluar sólo por la fase regular. Así es nuestro formato de competencia y no nos queda más que aceptarlo.

Sí, no es el ideal, ni tampoco es el más justo, pero lo que más necesita el deporte es credibilidad y es en ello que están compitiendo todos esos clubes que cambiaron de técnico y avanzaron hasta la fase eliminatoria. Su único premio fue tener la oportunidad de convencer y cambiar la perspectiva que se tiene sobre ellos.