JUEGO CLARO

Lunes 27 de octubre de 2025

Tigres atraviesa una etapa donde no solo suma puntos, sino que transmite algo más profundo: control, carácter y una sensación de dominio constante. Cada vez que el equipo salta a la cancha, se percibe esa confianza colectiva que solo tienen los grupos que se conocen, que saben lo que hacen y no se dejan llevar por el impulso del momento.

Lo hecho futbolísticamente por los de Guido Pizarro va más allá. Su fuerza radica en la estructura, en una idea que se mantiene firme sin importar el rival. Se nota el trabajo y la claridad táctica, pero también la unión dentro del vestidor. Los experimentados marcan el rumbo y los jóvenes responden con determinación.

Más allá de los nombres o de quién anote, lo que llama la atención es la forma. Tigres juega con equilibrio, interpreta los momentos del partido y rara vez pierde la calma. Tiene futbol, pero también inteligencia. Sabe cuándo presionar, cuándo cuidar el balón y cuándo golpear.

Lo que hoy distingue al cuadro universitario es su constancia. Los felinos compiten con la misma seriedad cada jornada. Su éxito no depende de la suerte, nace del trabajo y de una mentalidad que no se negocia.

Tigres no solo gana: tiene un estilo, una idea de juego y una convicción que lo respaldan. No necesita presumir en voz alta su poder, lo demuestra en la cancha. Y cuando un equipo logra eso, no hay mucho más que decir: los resultados, como siempre, terminan hablando por él.