Lunes 22 de junio de 2020
Tigres ha vuelto a la carga por un jugador de moda. A Leonardo Fernández recién se le dio valor después del altísimo promedio de gol que metió en Toluca en el reciente y trunco torneo Clausura.
Cuando Tigres lo tuvo en sus manos hace un año atrás, Ferretti lo bateó. Al parecer, no sabía dónde meterlo en un ataque súper jerarquizado.
Tigres compró a Fernández en junio de 2019 para insertarlo en la fila detrás de Zelarayán, Vargas, Valencia y los Quiñones. Lo mandó a foguearse a Chile y luego lo prestó al Toluca. Ahí le dieron la confianza y le vieron cualidades que Ferretti ni siquiera se animó a comprobarlo.
Quizás por edad -tenía 20 años cuando llegó a Tigres-, Fernández no era elegible en un equipo cuyo entrenador no pierde mucho el tiempo en darle juego a futbolistas jóvenes. Los prefiere ya hechos y, de preferencia, consagrados.
El Diente López, también uruguayo y también zurdo como Fernández, llegó en diciembre pasado con ganas de refrescar y recategorizar la ofensiva de Tigres.
Ferretti pensó que el Diente, más maduro, podía ser el socio ideal de Gignac. Ni siquiera por características ni por perfil insinuó serlo. El técnico no lo aguantó tanto y volvió a poner a los viejos conocidos en la posición más traumática y volátil que tiene Tigres: detrás del francés.
#Tigres | Los felinos se han hecho especialistas en traer jugadores de moda. ¿Cómo le irá a Leo? La opinión de @Mario_Sanchez1. ????
— ONCE Diario (@oncediariomx) June 22, 2020
???? El riesgo que corre Leo Fernández.
???? ¿Cómo Zelarayán, Vargas y el Diente López?
???? El uruguayo no es un jugador de Ferretti.#SomosONCE pic.twitter.com/b97qAJvnin
López había generado una gran expectativa, como en su momento la habían provocado Vargas o Valencia, jugadores de probada categoría, pero que en Tigres se hicieron comunes. Un caso emblemático es Zelarayán, crack en Belgrano, pero al que Ferretti le privó de darle continuidad. El cordobés se cansó y pidió salir.
Tigres, o en todo caso Ferretti, ha desperdiciado muchos buenos jugadores porque el entrenador muere con la suya y con los suyos. Leo Fernández no está dentro de ese exclusivo pelotón.
El aficionado de Tigres se hace muchas y legítimas ilusiones con Fernández por lo que hizo en 10 partidos en Toluca.
Sus ocho goles, sus productivas participaciones como mediapunta o extremo a perfil cambiado, más su frescura suponen ser una carta de presentación que, trasladado al Tigres actual, en el imaginario colectivo se piensa que el uruguayo puede dar aún más. O, mínimo, hará lo mismo que allá.
Sin embargo, sería un error adelantar vísperas. Vimos muchas películas de este género. El contexto de Tigres es muy diferente al del Toluca: aquí hay jerarquías, no hay mucha paciencia ni mucho menos una continuidad asegurada para jugadores "extraños".
Además del factor Ferretti, que no es un dato menor. Y para muestra ahí están Vargas, Valencia, el Diente López y lo que pasó con Zelarayán. A ninguno de estos se le supo explotar.