VIERNES 19 ABRIL, 2024

La ley del más fuerte

Sábado 12 de noviembre de 2022

Para ser un equipo grande, hay que aparentarlo y demostrarlo. Sí, valen las goleadas ante equipos de menor talento y jerarquía que tú, pero la diferencia entre los buenos y los grandes se muestra verdaderamente cuando te toca enfrentar escenarios peligrosos y sales avante, eso es Tigres Femenil.

Goleando a Toluca y derrotando a Rayadas, el escenario del Azteca, escenario por demás, imponente e histórico en el mundo balompédico, se les cayó encima. Poco más de 52 mil almas, una tras otra, coreándoles olés, achicando la cancha y el local, alargándola. El primer tiempo no fue bueno para las de Carmelina Moscato, en lo absoluto, pues hicieron ver vulnerable y frágil al bloque, por las buenas decisiones de sus extremos (Scarlett Camberos y Kiana Palacios) más el intercambio constante de posiciones entre volantes y delanteras.

Se habla mucho de una expulsión que terminó por decretarse como nula, también de la lesión de Bianca Sierra que parece, es de gravedad. También que las azulcremas cortaron cada intento de asentarse con balón de las felinas con patadas o empujones, bueno, a todo ello, Tigres se repuso. Al igual que resilientes, su afición (una mancha en la parte baja del estadio), quienes se enfrentaron a la colosal obra arquitectónica que las recibió y a la marea crema, las apodadas Amazonas salieron con un chip nuevo a la parte complementaria y ahí, todo cambió.

¿Qué pasa cuando vas a una feria y ves a un mago? Se sabe que su acto no está a todas horas, sin embargo, el no estar de esa forma es lo que lo hace distinto, lo convierte en un momento especial. Sí, Stephany Mayor y Liliana Mercado siempre estuvieron al servicio del equipo, pero la aparición de Lizbeth Ovalle fue la cereza del pastel a la reacción norteña. Bastó un robo a Jocelyn Orejel para conducir, levantar la cabeza y disparar en el momento justo. La Maga le alargó el sufrimiento a Itzel González, que solo fue la mejor espectadora del golazo de Jacqueline.

Una película vista una y otra vez en la Liga: someter a Tigres, hacerlo ver inoperante, pero terminar siendo golpeado cuando tú no pudiste hacerlo con ellas. Ese pasito que le falta a América para ser la cuarta grande de la Femenil es lo que las felinas tiene de sobra y lo demostraron.

Con la confianza a tope, por el tanto, Tigres asumió responsabilidades individuales en marca, eso facilitó que el bloque se juntara. A partir de ahí, cada que el conjunto de Ángel Villacampa intentó ensanchar el terreno de juego, un fuerte dispositivo de seguridad ejercido por lateral, pivote y volante exterior provocó que las rutas fueran cerradas, aún con el resquicio que encontró Alison González y dejó en las manos de Cecilia Santiago.

Al final, fuera de algunos comportamientos impropios de gente que no ha asistido constantemente en lo últimos cinco años, el ambiente fue precioso, digno de una Final de la Liga MX Femenil y con dos contendientes dignísimos. Igual y nos quedamos con las palabras de la colombiana Natalia Gaitán.

"No deja de sorprender que tanta gente haya venido, que estén animando todo el tiempo. Se agradece, estos ambientes son únicos, te quedas con el recuerdo de haberlo vivido en un estadio histórico, para mí fue una experiencia muy bonita", dijo. Para todos Natalia, para todos. Nos vemos en la Vuelta.

Twitter: @quirino_galvan

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