La Banda vs. El Monstruo

Sábado 17 de diciembre de 2022

Toda buena historia tiene su final y este no podría estar más a la altura del precioso Mundial de Qatar 2022 que vivimos: Argentina vs. Francia.

La Argentina, que se convirtió en equipo (basándome en Don Jorge Valdano), contra el monstruo que todo parece devorar a su paso y -como si fuera poca cosa- parece invencible.

Un choque de dos mundos: la calle y la academia. El anhelo de ver a su siguiente Dios, tocar la punta del mundo y conquistarlo, temas migratorios y multiculturales, calidad, élite, cientos de historias detrás de ambas escuadras e hinchadas históricas, cada una con sus distintivos marcados.

Argentina, tan polémica como pasional. Una Selección ilustre que arrastró fracasos, comió bazofia, vio como Messi se retiraba con fantasmas y pesares en sus hombros y, de pronto, encontró en Lionel Scaloni un armonizador, en la Copa América un ungüento que cerró las llagas y surgió la familia.

Como muestra, en tierra qatarí estarán todos, literalmente: Messi, Agüero, Joaquín Correa, Nico González. Nadie quiere perderse el último baile de Leo en una justa mundialista y menos, no ser testigos de lo que todos le quieren dar.

Un Messi distinto, el Lio más Diego que se ha visto. Porque es el mismo de siempre: aquel cadencioso que te esconde la pelota, que acelera y elimina rivales, que destrozó a Gvardiol, un portento de defensor central, lo hizo ver pequeño.

Al mismo tiempo, distinto, porque su velocidad no es la misma de antes, porque pasa desde liderar en el campo y fuera de él (discurso que pueden ver en Netflix), hasta el icónico "¿Qué mirá, bobo?". Una prueba añadida para el más cabalero de los argentinos, actos maradonianos o messianicos.

Sin embargo, todo podría venirse abajo. Enfrente estará la Francia de Didier Deschamps, una de las mejores maquinarias del mundo, donde solo hay una premisa: ser efectivos. El monstruo de mil y una cabezas que ha visto como le han arrancado testas que parecían irremplazables y aun así, lucir invencible.

Benzema no está, Pogba y Kanté ni siquiera llegaron, en el camino terminó Nkunku, pero convirtieron a Olivier Giroud en el máximo anotador de su historia.

Si el hijo de Córcega y uno de sus héroes más ilustres, Napoleón Bonaparte, conquistó Siria, Les Bleus buscan hacerlo en Qatar. Todo de la mano de su Principito, que no duda ni un segundo en sacar pico y pala para trabaja en pro de la escuadra, SU escuadra. Antoine Griezmann parece encarnar en la célebre historia de Antoine de Saint-Exupéry. Aquella frase del zorro al Principito: "Lo esencial es invisible a los ojos".

Eso representa el francés para Deschamps y para Simeone, en su club. Un atacante capaz de habilitar a su compañero con una delicia de pase y, al igual, eliminar líneas de pase del rival, morder como nadie (segundo con más presiones del equipo detrás de Tchouaméni) y sacar centros laterales de su propia área.

El final se acerca, queridos, vayamos a la mesa a disfrutar del mejor futbol.

Twitter: @quirino_galvan